domingo, 8 de octubre de 2017

Ola

Soñè que te abrazaba. Tenìas una camisa a cuadros abierta sobre una remera blanca. Raro -pensè- pero como ya casi no te conozco todo era posible. El pelo un poco màs largo, como cuando te crece tanto que se vuelve remolinos y dragones de sol. Te acercabas a saludar, porque es lo que hacès y yo te abrazaba pero de verdad. No por el cuello, como corresponderìa, sino con mis brazos (todos mis brazos) alrededor de tu cintura. Apoyaba mi mejilla sobre tu esternòn para olerte mejor y me quedaba ahì por un rato que tranquilamente podrìa haber sido para siempre